¿Nunca has preguntado a
la efímera vida de una rosa
cómo era antes de ser
flor?
Su niñez encapsulada en
la belleza de un capullo
no pudo ni siquiera
suspirar.
Y no verá seguramente su
futuro, ya marchito,
florecer en otro rosedal.
Tal vez buscaba yo
respuestas ciertas
a mi propia inexistencia.
Después de mi niñez feliz,
y plena en dichas
que una ráfaga llevó
quedó el tiempo sin
perfumes y alejado del color…
hasta que llegaste tú.
No esperé la respuesta de
la rosa y su esplendor
intuyendo ese otro
rosedal.
Su fugaz paso engalanado
desde el capullo hasta la flor
no tuvo la suerte que he
tenido
envuelto en ecos
recurrentes, y librado
al encanto del amor.
Publicado en mi libro "Desde aquella Strelitzia". 2014
Publicado en mi libro "Desde aquella Strelitzia". 2014
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