Un sol
despojado, desnuda la luna
el frío sin
luna, el calor sin sol.
Supe decirle
a un amigo…
Inmóvil el
viento, tan vacío el aire
en quietud
el aire, el viento en su paz.
Me digo de
tiempos que viví.
Con
recuerdos de vinagre y sal,
reseca la
boca con resabios acres.
Sin luz en
los ojos y en sordos oídos.
Giros
concéntricos del cuerpo adormecido
y la soledad
en estragos de fantasmas fugaces.
A los que ya
no temo.
Peces con
colores perdidos estaban herrumbrados
mas
volvieron a sus cantos de ojos redondos.
Se abrigó la
luna en su lecho distante.
Mis castaños,
de sabida majestad, volvieron al viento
y esos
recuerdos amargos se disolvieron finalmente…
como en un
terrón de azúcar.
Me lo digo y
te lo puedo decir ahora, amigo.
Publicado en mi libro "desde aquella Strelitzia". 2014
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