A veces soy el niño aquel, ya añejo,
que
quiere alzar el vuelo desde un hoyo
y
reza inclinando su frente
sobre
esa tumba pequeña
del
zorzal muerto.
A
veces yo me reconozco
en
ese otro pequeño que de chispa
se
hace llama y busca altura
dejando
atrás todo dolor
y
toda pena.
No
sé por qué, si fue feliz mi infancia,
aparece
alguna sombra.
Tal
vez temiendo la laguna
de
un futuro incierto
donde
el sol muere.
Pero
soy en realidad ese retoño
cargando
en sus espaldas
todas
esas flores de colores
y
pasando cada tiempo
con
sus dichas y sus llagas.
Mi
nombre está en él
pues
yo lo veo,
mientras
el tiempo me deshoja.
Que
yo envejezco tras la luz
alzado
el vuelo.
Y
recreando el recuerdo del zorzal.
Publicado en mi libro "Desde aquella Strelitzia". 2014
Publicado en mi libro "Desde aquella Strelitzia". 2014
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